Mi abuelo, Manuel de la Peña Piñeiro, de Marisa Peña para DíseloalaONU

Marisa Peña # DíseloalaONU

Mi abuelo, Manuel de la Peña Piñeiro, nació en Martos (Jaén) en 1912, pero se crió entre Madrid y Larache, donde su padre ejercía como sanitario militar. Participó en pequeñas compañías de teatro amateur y escribía versos sin ánimo de lucro. Durante el servicio militar fue condenado a varios años de reclusión por negarse a participar en la represión minera de Asturias. Al poco de salir de su encierro estalló el golpe de estado y fue condenado a muerte junto con su padre por negarse a apoyar a los sublevados en Larache. Su madre, Pilar Piñeiro y su hermana embarazada Isabel de la Peña Piñeiro, fueron también encarceladas y se les confiscaron sus bienes.Mi tía Isabel murió en la cárcel y su hija Pilar, nacida en cautividad, le fue devuelta a la familia por mediación de un militar conocido. Mientras su padre Manuel de la Peña Maestre era fusilado, mi abuelo consiguió que se le conmutara la pena de muerte por reclusión y fue trasladado al Penal de Santa María donde pasó encerrado los tres años de la contienda. Al terminar la guerra es trasladado a Ocaña, de allí a Burgos y después es puesto en libertad en el año 44. A todo este sufrimiento de cárcel en cárcel se añadió la pena de destierro, y con ello la imposibilidad de volver a su tierra natal ni de recuperar lo que fue suyo o reencontrarse con su familia. Se dirige a Madrid donde se pone en contacto con mi abuela (que había sido su madrina de guerra) para que le ayude a buscar trabajo. Forma parte de la resistencia clandestina y de la ayuda a los familiares de presos políticos, lo que le lleva a ser detenido de nuevo en 1945 y pasa diez años en distintos penales como Alcalá de Henares, y Cuelgamuros. Es utilizado como mano de obra esclava para la construcción del valle de los caídos y de la presa de Buitrago. Fue torturado en varias ocasiones por lo que su salud empieza a resentirse y cae enfermo de tuberculosis. Es ingresado en el hospital de tuberculosos presos y le conmutan la pena para que en 1957 vuelva a morir a su hogar. Consigue sobrevivir, ya muy deteriorado, unos años más y muere, en 1963. Sus poemas están publicados bajo el título "Poemario a dos voces" en la editorial La Factoría de ediciones. 

Para que su historia no caiga en el olvido: verdad, justicia y reparación.