julio 21, 2014

¿La ansiedad y la depresión es solo para países ricos?, de Vicente Baos Vicente

http://vicentebaos.blogspot.com.es/2014/06/la-ansiedad-y-la-depresion-es-solo-para.html?spref=fb Publicado en sábado, 21 junio 2014

No, no y no. Pero ¿por qué pensamos que puede ser así?
El amigo Juan V. Quintana lanzaba en Twitter la siguiente reflexión:
La imagen que tenemos en nuestro desarrollado mundo de los países pobres es demasiado simple. Las duras condiciones de vida para la mayoría de la población nos llevan a pensar que, siguiendo el esquema de la pirámide de Winslow, la gente está demasiado ocupada en sobrevivir como para sentir o sufrir por ello. Creo que nada más lejos de la realidad.

Los seres humanos expresamos nuestro dolor, sufrimiento, angustia o miedo con los diferentes patrones culturales que nos da la diversidad, no porque haya ninguna diferencia en nuestro sufrimiento. Y los factores estresantes que determinan nuestras manifestaciones de ansiedad y tristeza en nuestro entorno: paro, soledad, frustración, presión laboral, desamor... no son tan diferentes de cualquier africano que lo sufre por los motivos más prevalentes en su sociedad: infertilidad en la mujer, soledad y desamparo económico, condiciones esclavistas de trabajo..... El problema es que el sufrimiento emocional de los países pobres ni se mide, ni se trata ni se investiga especialmente . 

La atención sanitaria básica, muy básica, que tienen la mayoría de los países pobres va dirigida a las patologías que provocan una mortalidad precoz o suponen un riesgo global a la salud de las poblaciones: enfermedades infecciosas de niños y adultos (malaria, diarreas, parasitosis, VIH,  etc), la relacionada con la asistencia al embarazo y parto y en último lugar, las enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, diabetes, etc. La enfermedad mental grave está muy desamparada con una clara falta de tratamientos farmacológicos básicos, engrosando estos enfermos las listas de los suicidas o convirtiéndose en los marginales entre los marginales. La ansiedad, la depresión, la angustia en general, se ve envuelta en el alcoholismo en aquellos países donde es posible o en un sufrimiento íntimo de las personas que carecen de la posibilidad de expresarlo y solicitar ayuda. Lo que no se habla, no existe. Y existir, existe, pero no se ve, o no se escucha.
Cuando se han estudiado estos problemas en la población inmigrante a los países desarrollados, sus tasas de prevalencia son notables y superiores a la población local. Venir a El Dorado de los países ricos no garantiza entrar en el paraíso y su percepción de la frustración, la soledad y, a menudo el desamparo, son altas. 

Un hecho que viví directamente en Ghana es la frustración y depresión asociada a la infertilidad en aquella sociedad. Un trabajo reciente lo constata y lo cuantifica: A survey on depression among infertile women in Ghana. BMC Womens Health. 2014Mar 10;14(1):42. 
En el servicio de Urgencias del Hospital St Francis Xavier de Assin Fosu de Ghana donde estuve en enero de 2013,  ingresó una mujer joven con intensa anemia y sangrado vaginal prolongado. Al palpar el abdomen se objetivaban numerosas masas abdominales compatibles con miomas de gran tamaño. No era un aborto lo que estaba ocurriendo sino una hemorragia menstrual intensa en una paciente ya debilitada. Tenía historia previa en el Hospital y hacía 3 años que se le había aconsejado una histerectomía por dichos miomas. En Ghana no se hacen miomectomías. La paciente rechazó la cirugía por desear quedarse embarazada, a pesar de habérsele explicado su dificultad. La prevalencia de la depresión en las mujeres infértiles en Africa es muy significativa y una razón cultural de primer orden para ello. 

Todos los seres humanos sufrimos por igual. El desarrollo ha eliminado causas básicas en nuestros países. Aún así, no dejo de pensar que la creciente desigualdad social, fruto del diseño económico que estamos viviendo, no hagan volver las causas básicas de la pirámide de Winslow a la primera línea. 
Mientras, no pensemos que en los países pobres, la gente no tiene tiempo para "deprimirse". Las formas culturales determinan las diferencias, la esencia humana es la misma, por si a alguien se le olvida y se cree por encima de ellos. 

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