agosto 12, 2015

Crónica nº 700. Eresué-Guayente-Vuelta a casa, 16, 20 y 21/8/2005

Viaje realizado en Agosto de 2005, narrado entonces y publicado ahora. Las fotos llevan una explicación y al relato lo precede un *asterisco. Para VER las FOTOS, sus detalles, DEBEN AGRANDARSE clicando sobre ellas. Fueron tomadas con cámara analógica y ahora escaneadas.


 27.- Día 16

Torre, ábside y cementerio Eresué

* Y llegó el sábado, el de la despedida, después de todos los asuntos previos a coger el coche y salir pitando; a saber: levantar cama, recoger las cosas, lavarnos y vestirnos, nos marchamos primeramente a Guayente, hay Feria-Mercado de Artesanía. 





28.- Puerta iglesia Eresué

* Llegamos poco antes de las 12 a la desviación de la carretera al santuario, allí un muchacho con chaleco reflectante nos envía unos metros más adelante donde se encuentra un chica joven, con idéntico hábito, que nos dice que pasemos para adentro, una pradera habilitada como aparcamiento, y eso haremos, aparcar.




29.- Guayente 

* Y carretera arriba, en el coche de San Fernando, unas veces a pie y otras andando, llegamos a los tenderetes instalados por los artesanos, y no artesanos, que allí hay. A la entrada, salida para ellos, porque se van en este momento, encontramos a la familia Miranda, llegaron hace una hora y ya se dan por satisfechos, se van. Nosotros, a mirarlo todo, a un señor que tiene embutidos le compro longaniza y lomo ibérico, eso decía y ponía, comprobaremos en casa que, si es que es realmente ibérico, no es bueno. Dentro del edificio, en la planta a la que se accede bajando unas escaleras, compraremos queso de cabra a unos de Lérida ¿por qué siempre de cabra? 



30.- Patio exterior 

* En el patio exterior hay una muchacha que tiene trabajos en cerámica, me paro por si veo algo intereante para Ana, mi hija, y veo un colgante chulo, en ocres y verdes, me gusta y se lo pido, ella me enseña el que lleva, es el mismo, ó casi, sólo tiene esos dos, acerté, porque le gustó a mi querida, queridísima Ana, mi niña. También tiene unos platillos alargados, de colores similares, con circulitos como motivo decorativo, son para quemar incienso, Ana quema, se lo compro también. Me los mete en una bolsita de papel, pintada a mano por ella misma, la digo que me la firme, se llama Sara, ha venido una niña como de 10 años, es su hija.

 

31.- Mismo patio, otro lado
 
* Nos encontramos con Antonio y el resto, Blas se queda con ellos, yo a mi aire, me voy nuevamente a la entrada, está también el muchacho al que le compré dos colgantes el martes, en el mercadillo, me paro ante otra muchacha que también tiene... colgantes, ahora toca eso, le pregunto por el material de que están hechos unos que no pesan nada, fuimo, me contesta, no la entiendo y me explica en qué consiste, es un material parecido a la plastelina, que después de modelado se cuece en horno normal de cocina  ¡ahora recuerdo!  eso lo ha trabajado mi hija, hizo un marco con ello para su... noviete. Me cuenta que la primera vez que lo vio fue durante su estancia en Nueva York, hará 10 años, que se ha cambiado de casa y en la nueva no tiene horno para cocer cerámica y por eso se ha pasado a este producto. Le digo que a mí me gusta la cerámica y me saca unas gargantillas que tiene de antes de su cambio de domicilio. No se como la pregunto por dicho domicilio y está en... Italia ¡hala!  ¿y te vienes a esta feria?  ¡ah!  está de vacaciones. Le compro una gargantilla para Paquita, mi amiga, que no yo.
Doy por terminadas mis compras y veo al papá y el chico de 18 años del día anterior, están de espaldas a mí y les doy un toque por la misma, se vuelven, hola, hola, y me cuentan que les fue bien en la vuelta, que en su caso fue él, el padre, el que fue solo a recoger el coche hasta la entrada de Remuñe. Aparecen la mujer y los otros dos hijos, dice que ella ya da por terminadas las excursiones, charlamos algo más y nos despedimos, ellos van para adentro. Poco después saldrán Antonio, Blas y compañía, quedamos en tomar algo en Benasque, en la plaza, cada uno a su coche y marchando (...)
Al día siguiente, 21, a las 8 ya estamos levantados, ha llovido por la noche y seguirá haciéndolo, discretamente, por la mañana. Recogemos mojado, ya se secará cuando lleguemos a casa, no es problema. A las 11 y media ya estamos limpios y preparados para arrancar, salimos de Senarta, ahí está el hueco de Antonio, pasamos Benasque -el día anterior me despedí de María Jesús, su hija viene este curso a estudiar a Madrid, a Pozuelo, la universidad y la vivienda todo privado.
Son las 12 y media cuando pasamos por Santa Liestra / Santaliestra y San Quílez, la del pantano pretendido, y a eso de las 2 nos desviamos a Zuera para comer, nos metemos en lo primero que vemos  Hotel Restaurante Las Galias, comimos bien, el precio más alto de lo usual para ser menú: 22 euros cada uno.


32.- Kilómetro 171

* A casa llegamos a las 8 y media de la tarde, después de parar en el km 171, un área de descanso, para que Blas duerma algo, se le van cerrando los ojos. Entretanto yo me subo al monte. Salto la verja de separación por un sitio que ya ha sido utilizado para esto y allá que voy. La tierra es rojiza en la zona alta y blanquecina en la baja, cerca hay algunas piedras grandes, tipo Ciudad Encantada, me acerco, subo un barranquillo, estoy en una especie de otero, inicio la vuelta por el lado contrario y salen 4 perdices nivales, sí, nivales -igualitas que las que vimos bajando del Perdiguero- de debajo de mis pies, estoy en una especie de terracita. Eran igual, cuerpo marrón y alas blancas.   

NOTA: Félix y Josele se rieron "lo suyo" leyendo este apartado, el de las perdices nivales

PAQUITA  
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